A través de un avance expuesto por un equipo de la Universidad escocesa de Edimburgo en la revista «Molecular Human Reproduction», se explicó una nueva técnica que permite hacer madurar óvulos fuera del aparato reproductor femenino que además se logra realizar en un laboratorio científico, que podría ser una posible solución a muchas mujeres que no pueden procrear, para realizar ese sueño anhelado: Ser madres. Es importante resaltar que los experimentos anteriores solo se habían desarrollado como es común, en ratones, y se había logrado incluso fertilizarlos y dar lugar a una descendencia sana.

El avance es alentador no solo para las mujeres que han perdido de forma prematura su reserva de óvulos, sino también para aquellas niñas en pleno desarrollo de la pubertad, en esa etapa de niña a adolescente, desde los 9 hasta los 14 años, que aún no han desarrollado del todo sus óvulos y deben someterse a un tratamiento oncológico a través de quimioterapias o radioterapias. Actualmente, estas niñas que están en riesgo de perder su fertilidad, se ven obligadas a congelar parte de su tejido ovárico y a implantarlo de nuevo cuando la enfermedad ya se ha superado. Pero este proceso tiene cierto riesgo porque con el reimplante se pueden volver a introducir células del cáncer nuevamente.

En el experimento, los investigadores de la Universidad de Edimburgo extrajeron las células del tejido de los ovarios de 10 mujeres adultas, entre 20 y 30 años, que habían elegido tener un embarazo por cesárea, durante la operación, los cirujanos tomaron biopsias de sus ovarios que sirvieron para la posterior extracción de folículos ováricos envoltorios de tejido que contienen los óvulos desde su etapa más precoz hasta la madurez, y que fueron expuestas a un cóctel especial de nutrientes que potenciaron el desarrollo de este órgano reproductor femenino. De los 48 óvulos que alcanzaron el penúltimo paso del proceso, solo 9 completaron su madurez.

“Los folículos primordiales solo miden unas micras de diámetro, mientras que el folículo maduro puede llegar a medir 2 centímetros de lado a lado”, señala el biólogo Richard Anderson. Para sortear estos cambios morfológicos, los investigadores realizaron el proceso en varias fases: Empezaron desarrollando folículos completos, pero cuando estos se volvieron demasiado grandes para las técnicas de cultivo, extrajeron los óvulos y descartaron el tejido accesorio. Aunque varios equipos científicos han logrado dar pasos en este sentido en años anteriores, el nuevo experimento descubierto en este mes de febrero es el que más “logros” ha obtenido. Han conseguido una maduración adecuada, similar a la que tendrían para ser liberados por los ovarios. Si no alcanzan este nivel de madurez, los óvulos no podrían ser fertilizados. El estudio otorga, además, a la comunidad científica  la oportunidad de explorar el desarrollo del óvulo humano, algo que continúa planteándole a científicos y seres humanos, muchas preguntas sin respuesta aún.

También, Daniel Brison, del Departamento de Reproducción Asistida de la Universidad de Manchester, ubicada al norte de Inglaterra, indicó que esa investigación representa un «paso adelante emocionante, que muestra por primera vez que el desarrollo completo de los óvulos humanos en laboratorio es posible, más de 20 años después de que se lograra con ratones. Aún bien queda todavía mucha investigación importante por realizarse, esto podría allanar el camino hacia la preservación de la fertilidad de las mujeres y niñas con una variedad más amplia de cáncer de lo que es posible con los tratamientos actuales».

Sin embargo, es importante mencionar que los investigadores admiten que deben continuar con investigaciones clínicas porque aún no está del todo aclarado, pero al menos les ofrece una esperanza a todas las personas que ven en esto, una respuesta. Actualmente, las mujeres pueden congelar sus óvulos maduros e incluso embriones si han sido fertilizados con el esperma de una pareja, antes de comenzar tratamientos médicos de este tipo, si bien esta iniciativa no es posible en el caso de que sean niñas, las enfermas de cáncer. Los científicos confían en poder demostrar que estos nuevos óvulos, madurados en el laboratorio, pueden fecundarse. Esta opción aún no se ha demostrado por la falta de permisos.

Redacción Guías Médicas/ Mariana Santos

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