La gastritis asociada a H. pylori, en ausencia de úlcera duodenal no tiene síntomas específicos. Las úlceras duodenales son raras antes de los 10 años de edad y se manifiestan con dolor epigástrico, sensación de acidez, náuseas, vómitos; así como hematemesis y melena en los casos más severos.
«Síntomas digestivos como dolor abdominal, pirosis, distensión abdominal, entre otros no solo son inespecíficos; sino que también pueden ser causados por diferentes enfermedades funcionales como orgánicas, tanto digestivas como extra digestivas».
La infección por H. pylori no causa Reflujo gastroesofágico (RGE), siendo incorrecto pensar que síntomas relacionados a RGE pueden relacionarse a dicha infección. Teóricamente la erradicación de la infección por H. pylori en un niño con úlcera duodenal podría afectar la severidad del RGE. El RGE en niños tiene mecanismos fisiopatológicos específicos y no es posible extrapolar datos desde adultos a niños.
Además de su bien diagnosticado rol en el desarrollo de la enfermedad gastroduodenal, se ha postulado una relación entre H. pylori y una serie de enfermedades extra gástricas. Entre ellas la deficiencia de hierro, compromiso nutricional y talla baja, púrpura trombocitopénica, enfermedad periodontal, urticaria crónica.
Dra. Kira Alvarado de Aversa
Gastroenterologo pediatra y nutrición infantil
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